Creo que una de las cosas más difíciles que hay es describirse uno mismo, pero si me tuviera que definir de alguna manera, os diría que soy incansable.

 

Para que me conozcáis un poco más, quiero dejaros una reflexión, y mientras la leéis seguro que os transmito mejor cómo me veo.

¿Hacéis vuestro trabajo por amor?

Me explico mejor; ¿amáis vuestro trabajo? ¿Hacéis lo que realmente os gusta? Hace unos días en un programa de radio oí que la gran mayoría de los jóvenes españoles aceptarían cualquier trabajo, y habían perdido la esperanza en acabar haciendo algo que realmente les gustase. 

¡Yo os digo que eso es falso! Y lo digo por experiencia. Hay una formula muy sencilla, y a mi me ha funcionado.

¿Por qué a ti no?

 

Lucha por lo que te gusta, ilusiónate con lo que te apasiona, ¡trabájalo! ¡Trabajo, trabajo y más trabajo! Y poco a poco todo tiene su recompensa. Soy una luchadora hasta durmiendo. Me pongo metas, y SIEMPRE las consigo.  

 

Hace unos años mi marido me regaló mi primera cámara réflex. En cuanto la tuve por primera vez en mi mano, me entró un cosquilleo en la barriga.Recordaba aquel primer curso de fotografía en el colegio, donde incluso aprendí a revelar en cámara oscura y me di cuenta que tenía que hacer algo más…

 

Cada minuto que pasaba con la cámara me hacía sentir aún más curiosidad por este mundo que poco a poco voy dominando más. Nunca se deja de aprender, siempre hay algo que descubrir. No me quedaba satisfecha por muchas fotografías que hiciese. Siempre quería más. 

 

He hecho montones de cursos, seminarios, workshops de fotografía, y la practico a diario. Y siempre ando buscando técnicas nuevas, descubriendo nuevos autores en los que inspirarme, empapándome de lo que me enseñan otros compañeros. 

Para hacer bien tu trabajo, lo más importante es que lo hagas con amor y con humildad, que te llene completamente lo que haces. Y que le pongas empeño e ilusión. Así soy yo en otros ámbitos, y así soy como fotógrafa.