En el día a día, el caballo es incluso amigo y compañero de aventuras miles, como la vida misma. Hay que ser del caballo amigo cuando está uno pie a tierra y amo cuando va uno sobre él. Los caballos son seres sensibles y comunicativos. Podemos establecer vínculos extraordinarios con ellos. Son mucho más que un animal que se monta y dirige. El caballo es un amigo a quien a través de su sola presencia puede darnos el reflejo de quienes somos, nuestro carácter y cómo actuamos en la vida. Os presento una serie de retratos, un trabajo realizado con mucho cariño para unos amigos que se “transparentan” ante mi objetivo y nos dejan ver su carácter a través de sus gestos. Os los presento.
Manuel y Gitana
Ella llegó de potra a casa. Manuel no tenía demasiados conocimientos de hípica ni doma. Pero el cariño y la paciencia han hecho que sean inseparables.
Miguel y Leño
Miguel, domador perseverante y amante de su trabajo, monta a Leño, un joven potro un poco desconfiado que mira al objetivo aún con las orejas gachas. Se hará un gran caballo.
Fernando y Rescatado
Ambos son apacibles, con saber estar y una tranquilidad infinita que te hace confiar en ellos en cualquier situación.
Joaquín y Apache
En el momento de fotografiarlo estaba recién llegado. Mantuvieron una disputa de tira y afloja durante un tiempo. No hace falta que os diga quien ganó. Sólo una pista: las personas somos bastantes más cabezonas que los animales.
Jessica y Sansson
Qué decir de esta pareja… Ella es una amazona elegante y con una clase que no se puede aguantar. Él un poderoso potro que se resistía a que le dijeran qué debía hacer. Pero ambos se acoplaron y formaron un binomio inseparable.
Sansson, espero que estés disfrutando mucho a galope por el cielo de los caballos.
Sebastián y Revuelo
La pareja con más carácter. Llevan juntos desde que Revuelo cumplió 6 meses.
Con el han aprendido su hijo y su nieto, compartiendo momentos en familia. Ambos siguen siendo un binomio con gran fuerza y temperamento, aunque hayan pasado ya 20 años.
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