POR QUÉ NO ENTREGO FOTOS SIN EDITAR.

 

Cuando un cliente que se pone en contacto conmigo, me indica su deseo de reducir presupuesto, hay veces que lo que me propone es que le entregue las fotografías “sin retocar”. Ante esa propuesta siempre me he negado.

Tenemos la manía de hablar de retoque cuando sencillamente lo que hacemos es REVELAR digitalmente las fotografías.

 

LAS BUENAS FOTOGRAFÍAS TARDAN EN LLEGAR

Para que le entregue 100 fotos, yo disparo 250. ¿Por qué no entregarle las 250 entonces? Porque no todas las fotografías que hago son buenas. 

En algunas la gente pestañea, hace muecas, mira al suelo, o simplemente no sale bien. En otras soy yo quien ha calculado mal la exposición, y la foto está muy quemada, o muy oscura, o mal enfocada… Y muchas otras simplemente no son lo suficientemente buenas: la composición no es la más acertada, un peatón ha metido la mano en el encuadre sin querer..

 Mi deber es seleccionar sólo lo mejor de lo mejor.  Os entrego las realizadas en cada sesión que tengan una calidad mínima.

 

Además, las buenas fotografías tardan en llegar: mis clientes, por lo general, no son modelos profesionales, y tardan un rato en acostumbrarse a la cámara, en sentirse lo suficientemente seguros como para actuar con naturalidad, y en dejarse llevar.

Las primeras fotos que tiro no suelo utilizarlas nunca, porque son ”de calentamiento’, para conseguir

que el fotografiado se sienta cómodo delante de la cámara y conmigo.

 

MIS CLIENTES CONTRATAN UNA FOTÓGRAFA, NO UNA CÁMARA BUENA

Ser fotógrafo es mucho más que tener una cámara cara. Me gusta pensar que, cuando alguien me contrata, lo hace porque le gusta mi estilo y las fotos que hago, no porque mi cámara hace mejores fotos que la suya. Parte del trabajo del fotógrafo es fotografiar, claro, pero hay más cosas: separar las fotografías buenas de las que no lo son tanto no es fácil, y para ello se necesita un ojo entrenado y una sensibilidad especial. Cuando alguien me contrata, está pagando también por mi experiencia a la hora de escoger las mejores fotografías, y por mi ojo crítico, que me permite discernir las fotos buenas de las malas.

 

Si yo entregase todas las fotografías tal cual salen de la cámara, sin someterlas a una criba y sin editarlas, no sólo no estaría siguiendo mi propio criterio de calidad, sino que además estaría comportándome como una cámara: algo que sabe hacer fotos,

pero no es lo suficientemente inteligente como para separar las buenas de las malas.

Como no soy sólo una cámara, sino que soy fotógrafa, estoy entrenada y tengo experiencia en organizar las fotos según la calidad que tengan, me reservo esa fase de la sesión para mí, y nunca nunca nunca entrego todas las fotos que se han hecho en la sesión al cliente. 

 

Vale, ahora ya sabes por qué hago yo la selección de las fotografías y no la dejo en manos del cliente.

¿Y por qué no entrego nunca jamás (y no me lo salto NUNCA) fotografías sin editar?

 

LAS FOTOGRAFÍAS SIN EDITAR NO ESTÁN ACABADAS

Algunas fotos sólo necesitan que mejore la iluminación para estar acabadas.

Otras necesitan un arreglo serio del balance de blancos, sobre todo si fueron tomadas en interiores o con una luz muy amarilla.

En otras fotos, tengo que librarme de objetos que salen de fondo en la foto y distraen la atención.

Para mí, Photoshop y Lightroom son dos herramientas más que utilizo para trabajar, como la cámara o los objetivos. Una foto no está completa sin haber sido revelada digitalmente, aunque eso no significa que le vaya a poner a mis clientes la cara de Brad Pitt.

Mejoro el color en todas las imágenes, para darle cohesión a todas las fotos de la misma sesión y para volverlas más estéticas.

Sobre eso, algunas imágenes necesitan una edición más completa y otras no.

Nadie le pide a un chef que entregue a su cliente filetes sin cocinar, nadie pide a un arquitecto que entregue a su cliente una casa sin terminar, y nadie pide a Amancio Ortega que le venda un jersey sin coser. Entiendo que hay gente que piensa que utilizar Photoshop o Lightroom es ”trampa” y que prefiere recibir las fotos tal y como salen de la cámara:

por suerte para ellos hay fotógrafos de toda clase y seguro que encontrarán a alguien que trabaje así.